«El verano es una época del año en la que algunos aumentamos porcentualmente nuestro horario de lectura…»
El verano es una época del año en la que algunos aumentamos porcentualmente nuestro horario de lectura; también la cocina como espacio creativo se ve más frecuentada en estas fechas: los cocineros-as para atender la enorme demanda de gastronomía que reclaman los turistas y visitantes, y los ‘cocinillas’, encantados de poder mostrar sus habilidades ante ¡fogones y barbacoas! Queda claro entonces que leer y cocinar son dos verbos que se conjugan con más frecuencia en esta época estival.
Y yo andaba rebuscando entre estanterías polvorientas un libro para poder disfrutar esta semana cuando de pronto. ¡zas!: La Cocina del Cantábrico. Cenador de Amós, con cuyo autor, Jesús Sánchez, tuve la suerte de compartir mesa, que no mantel, hace escasos días.
Tras un largo y profundo recorrido gastronómico por Cantabria por Manuel Martín Ferrand, comienza el libro con una clara declaración de intenciones por parte de Jesús, contándonos su particular filosofía culinaria y una extensa reflexión sobre numerosos productos gastronómicos de la tierra. A partir de ahí, recetas, divididas en grupos, y con una elevada presencia del producto de Cantabria. Por hacer un menú de todas las que nos ofrece, yo me atrevo a recomendaros:
– Minibuñuelos de anchoa.
– Arroz con cachón encebollado y un toque de canela.
– Ventresca de bonito confitada con cebolletas.
– Lomo de cordero al estragón.
– Helado de quesos de la tierruca con frutos rojos.
Si os atrevéis con él, adelante, el verano es tiempo de lectura y gastronomía.
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