Un Puertochico para gozar

El nuevo local de cocina marinera abrió hace un par de meses.

Hay veces que apetece reunirse con los amigos y disfrutar de una buena barra o un par de mesas donde picar alguna ración, en vez de sentarse en un comedor al uso y pedir primero, segundo y postre. Charlar entre trago y trago y llevarse a la boca algún plato para compartir, en un lugar agradable y con ambiente. Hace dos meses abrió sus puertas un local que reúne todas estas condiciones. Se trata del Puertochico, un bar de pequeñas dimensiones situado en la calle Ataúlfo Argenta, magníficamente decorado con detalles marineros y que ya tiene una clientela fiel que ha descubierto que su carta, aunque corta, no dejar de reunir unos platos exquisitos, bien elaborados y a precios muy ajustados.

En la barra de este establecimiento se encuentra a diario Pedro López Alonso, un hombre muy conocido en Santander, muy ligado al deporte y al mundo de la vela. De su afición y de la proximidad al lugar viene el nombre de Puertochico.

En la carta figuran quince platos que van desde la gamba de Huelva a los callos caseros, pasando por el pulpo –uno de los platos estrella de la casa–, el salpicón de marisco, los callos o el solomillo, sin dejar a un lado los postres caseros. Los precios van desde los 12 a los 14 por ración, y las medias entre 4 y 8.

Para comenzar merece la pena pedir unas tostas de foie casero, con un toque de sal gorda y una fina mermelada de frutos rojos. El plato estrella del Puertochico es el pulpo a la gallega, picado a tijera, en trozos grandes e irregulares, cocido al dente y, si embargo, suave al morder, con mucho sabor. Realmente sabroso, acompañado de una patata asada con su propia piel.

Las colas de santiaguiño a la plancha se presentan en un buena ración, vuelta y vuelta, sin dejar que la cocción termine con su jugosidad. Otro plato exquisito que se debe pedir. Acompañado de un vino blanco muy fresco o una caña de cerveza es todo un lujo, sobre todo en esta época del año en la que apetecen los productos que nos brinda la mar.

Muy logrado está el arroz con almejas del Puertochico, con sabor muy cántabro. Un arroz meloso, con abundantes moluscos de nuestra costa. Almejas frescas de buen tamaño y carne tersa. En cuanto a los postres caseros, destacar la tarta de queso y la de tres chocolates.

El Puertochico merece una visita para gozar de su cocina.