Fiesta del Pulpo en La Mulata

Hasta el día 5 de julio, seis platos para no quedarse con hambre.

Es difícil, imposible diría yo, no salir totalmente satisfecho de La Mulata, en la calle Tetuán de Santander. Da igual que sea después de tomar una consumición en la barra, que tras de picar unas raciones o de pedir unos platos de la carta en su siempre animado comedor. Allí se cuida con un rigor espartano la calidad de los alimentos, su tratamiento en la cocina, el servicio y el trato al cliente. Productos del mar y la tierra de primera calidad; un amplio y experto equipo de cocina, y un grupo de camareros profesionales rápido y esmerado, son los secretos de este restaurante, un referente ya de la cocina cántabra.

Hasta el próximo día 5 de julio, el restaurante de los hermanos Bezanilla anda metido de lleno en una de las jornadas gastronómicas más interesantes de este templo de la cocina marinera. Por 30 euros por persona, bodega, postre, etc e IVA aparte, se pueden tomar cuantas raciones de pulpo quiera el cliente. Seis propuestas distintas, exquisitas, elaboradas por un amplio equipo de cocina que trabaja este cefalópodo con maestría y con la ayuda de jueves a domingo de un ‘pulpeiro’ profesional, contratado todo el año por los mejores restaurantes del mundo.

De entrada, en la barra, antes de pasar al comedor conviene tomar un aperitivo. Hay que admirar los mariscos que reinan en los mostradores y comprobar, con la tapa del día, la calidad y el buen hacer de La Mulata. Un vasito de salmorejo y una sabrosa croqueta, son un buen ejemplo de la atención que el establecimiento tiene con el cliente.

Ya sentados en la mesa, nada mejor que participar en la quinta edición de las jornadas-degustación del pulpo, que comienza con un espectacular carpaccio con emulsión de aceite de limón. Muy sabroso, refrescante, cortado muy fino, ideal para abrir boca. Y si el carpaccio es sorprendente, tanto o más lo es el ceviche, elaborado por varios chef peruanos. Un poco picante, bien aderezado, especiado, y sin ‘matar’ el sabor del pulpo.

La marmita de pulpo se sirve en un cuenco pequeño que, en su interior, esconde un tesoro. Patatas bien cocidas y trocitos del molusco, toda una tentación para los amantes de los platos de cuchara. No podía faltar el pulpo a feira, en su versión más clásica. Aceite de oliva virgen, pimentón de categoría y sal gorda. En La Mulata, el secreto está en la cocción del cefalópodo. También de matrícula de honor es el pulpo a la parrilla. Increíble de sabor. Cierra el menú de las jornadas un plato especial, con pulpo, lacón, costilla y chorizo gallego. Espectacular el conjunto, con un ‘chimichurri’ de perejil ideal para acompañar.

El cliente puede repetir cuanto quiera. En La Mulata se adquieren para estas jornadas 1.000 kilos de pulpo, y siempre se quedan cortos.