Alimentación para prevenir el cáncer Alimentación para prevenir el cáncer
Las estadísticas señalan que siete de cada diez cánceres pueden prevenirse. Y entre todas las medidas que podemos adoptar para reducir las probabilidades de que nuestro... Alimentación para prevenir el cáncer

Las estadísticas señalan que siete de cada diez cánceres pueden prevenirse. Y entre todas las medidas que podemos adoptar para reducir las probabilidades de que nuestro número salga en esa lotería fatídica, la principal es la alimentación, por delante de cualquier otra acción, incluso el dejar de fumar. La World Cáncer Research Fund publica gratuitamente en su web un manual de más de 500 páginas sobre medidas preventivas del cáncer. En su redacción han participado los mejores especialistas de todo el mundo. Los efectos beneficiosos de las recomendaciones nutricionales se han podido demostrar en tres estudios realizados con cientos de miles de participantes en tres tipos de cáncer: mama, colon y cáncer urogenital. Aquí resumimos los doce mandamientos para la prevención del cáncer según aconseja la ciencia médica.

1.- Evitar tóxicos alimentarios (aditivos y contaminantes), ambientales (sol, contaminación urbana), recreacionales (tabaco, drogas) y laborales (industriales y agrícolas).

2.- Estar lo más delgado que sea posible dentro de un rango normal de Índice de Masa Corporal entre 20 y 24. Además, el perímetro de la cintura no puede superar los 102 cm en el hombre y los 88 cm en la mujer.

3.- Ser físicamente activo como parte de la vida cotidiana. Lo recomendable es, siempre que se pueda, realizar una hora diaria de caminata o media hora de trote o ejercicio similar.

4.- Limitar a un mínimo el consumo de alimentos y bebidas de elevada densidad calórica (contienen muchas calorías en poco volumen) y alta contenido en azúcar (sacarosa, glucosa, fructosa). Evitar los dulces, pasteles y similares salvo en circunstancias especiales.

 5.- Consumir todos los días y en todas las comidas alimentos vegetales: frutas, verduras y hortalizas. No abusar de los cereales refinados y de las patatas. Deben abundar en nuestra dieta diaria los siguientes vegetales: ajo, cebolla, coliflor, brócoli, cítricos y bayas. Tanto en fruta como en otros vegetales son más sanos los licuados que los zumos.

6.- Limitar el consumo de carnes rojas y carnes procesadas (embutidos, fiambres, etc). Comer pescados (blanco y azul), pollo sin su piel, pavo y conejo y proteínas de las legumbres.

7.- Limitar el consumo de bebidas alcohólicas. En hombres no se debe superar la dosis diaria de dos copas de vino o dos cervezas o un licor. Para mujeres algo menos.

8.- Tomar la menor cantidad de sal que sea posible y limitar el consumo de alimentos en salazón (una latita de anchoas de vez en cuando no cuenta) o de encurtidos.

9.- No consumir cereales o frutos secos mohosos.

10.- Evitar los alimentos quemados (tostadas, carnes), no abusar de los alimentos ahumados, no apurar el uso del aceite en las freidoras.

11.- Beber agua en abundancia.

12.- Introducir la mayor diversidad posible de alimentos en nuestra alimentación. En la variedad está el gusto y la salud.

Recordar que lo único que se consigue con estas medidas es re- ducir estadísticamente nuestro riesgo de padecer la enfermedad, pero no supone una garantía abso- luta de no padecer cáncer. Ya la semana que viene discutiremos qué hay de verdad en algunas dietas que, al parecer, ayudan a tratar el cáncer.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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