El plato saludable según Harvard El plato saludable según Harvard
El departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard renueva y actualiza los conocimientos nutricionales en su página de Internet. Este es un servicio... El plato saludable según Harvard

El departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard renueva y actualiza los conocimientos nutricionales en su página de Internet. Este es un servicio que se agradece ya que este asunto de la nutrición y la salud cambia continuamente y a veces de manera vertiginosa. La Universidad de Harvard comenzó este servicio público en el año 2011 para proporcionar una visión académica y científica sobre las últimas novedades publicadas en todo el mundo respecto al asunto de la relación entre la alimentación y la salud. Lo presentan mediante el dibujo de un plato sobre un mantel acompañado de los cubiertos correspondientes, listo para comenzar a comer. Creo que ya comentamos hace tiempo algo al respecto desde estas líneas.

La razón de volverlo a traer a esta página es que se ha producido una novedad importante, que puede interesar a los lectores preocupados por su alimentación y por su salud. Hasta ahora solo se emitían los comunicados en inglés; pero ya se publican en muchos idiomas incluido el español. Es curioso que hay dos versiones: español de España y español de otros lugares. Esto se justifica a causa de que el nombre de los alimentos suelen variar mucho a un lado y otro del océano Atlántico. Lo que aquí se llama aguacate, allí se llama palta, por ejemplo. Para aquellos que deseen consultar esta información de Harvard tienen que acceder a la página www.hsph.harvard.edu y buscar el apartado: El plato para comer saludable (spanish-Spain). Y allí encontrará la información que cambia periódicamente. El último plato saludable recomendado por la prestigiosa institución académica tiene los siguientes ingredientes.

Recomienda beber líquidos en abundancia, agua, te o café, estos con la menor azúcar posible o ninguna (o edulcorantes artificiales), moderación en el consumo de leche y lácteos (dos porciones al día) y de zumos de frutas (un vaso pequeño al día ya que el zumo contiene casi todo el azúcar de la fruta y menos fibra) y restringir el consumo de bebidas azucaradas (mejor sus versiones light).

Consumir cereales integrales variados (pan, arroz, pastas) y restringir el consumo de cereales refinados y sus derivados. Alternar pescados, carnes blancas, legumbres y frutos secos (mejor nueces). No abusar de las carnes rojas y restringir todo lo que se pueda el consumo de cualquier carne procesada o precocinada (salchichas, embutidos, bacon, fiambres y platos de carne preparados). Comer frutas de todos los colores, bayas y verduras variadas y en abundancia. Limitar el consumo de patatas en cualquiera de sus formas de cocinado (sobre todo fritas o en puré). Cocinar y aderezar los platos y ensaladas con aceite de oliva o algunos otros aceites de semilla de calidad como canola y colza (son menos saludables las otras semillas como el girasol). Limitar el consumo de mantequilla y margarina y evitar, siempre que sea posible, consumir alimentos que contengas grasas trans, también llamadas parcialmente hidrogenadas, que abundan en todos los llamados ‘snacks’ y en platos precocinados.

Bueno, puede ser tema de debate estas recomendaciones pero ahí tienen otra fuente seria y responsable para saber que es lo que se recomienda comer en el mundo de la ciencia.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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