Los cereales del desayuno Los cereales del desayuno
El largo ayuno nocturno nos obliga a que en la primera comida del día abunden los alimentos que nos reponen los hidratos de carbono... Los cereales del desayuno

El largo ayuno nocturno nos obliga a que en la primera comida del día abunden los alimentos que nos reponen los hidratos de carbono gastados durante la noche. Hace ya muchos años un señor americano llamado Kellog descubrió una forma de transformar los granos de maíz mediante el calor en un alimento delicioso, crujiente y nutritivo. Nacieron los ‘productos extrudidos’, que con este palabro se les llama a estos cereales que, bajo diferentes aspectos y productos añadidos, constituyen el principal desayuno de medio mundo. Los hay para todos los gustos y propósitos: unos proporcionan energía súper para los niños, otros adelgazan y proporcionan una figura esbelta y los hay que alivian el estreñimiento.

Pero estos derivados del maíz no son lo más sano que podemos desayunar. Todos tienen muchas calorías, casi 400 kilocalorías por 100 gramos tanto en los que dan fuerza a los niños como en los que anuncian que adelgazan y más de 300 kilocalorías los que vienen cargados de fibras para aliviar el estreñimiento. Son la misma cantidad de calorías que un cruasán con mantequilla. Además su nutriente mayoritario son los azúcares: cada 100 gramos contiene más de 70 gramos de hidratos de carbono (de los cuales son azúcares unos 30 gramos) en los cereales normales y 45 gramos (unos 18 gramos de azúcares) en los enriquecidos con fibra. El contenido en fibra es muy bajo (de 2 a 6 gramos por 100 gramos) excepto en los anti-estreñimiento (unos 30 gramos por 100 gramos). Contienen poca grasa, menos de 3 gramos por 100 gramos y cantidades muy variadas de proteínas según las diferentes marcas.

Ya ven que no son la maravilla que se anuncia.

Más saludables son los cereales clásicos tipo ?corn flakes? que tienen casi la mitada de calorías (240 por 100 gramos). Los hidratos de carbono son unos 60 gramos y tienen un bajo contenido en azúcares (menos de 2 gramos). Es curioso que los ?corn flakes? normales tienen menos calorías y menos azúcares que los cereales etiquetados como adelgazantes.

Una alternativa más saludable (y más barata) es la avena que se puede consumir en muy diversas formas según la preferencia de cada cual. En el desayuno lo más popular son los copos de avena. La avena se consume por un gran porcentaje de la población mundial y se le encuentra cada vez mayores beneficios. 100 gramos de copos de avena tienen 250 kilocalorías y unos 60 gramos de hidratos de carbono, la mayor parte de absorción lenta y muy pocos azúcares. La avena aumenta las defensas (beta glucanos), reduce el colesterol y combate el estreñimiento por su riqueza en fibra (15 gramos por 100 gramos), ayuda a controlar la glucemia y la presión arterial.

Y en último extremo, pueden recurrir al cereal de desayuno más hispano y más saludable que es la tostada de pan integral con un poquito de aceite de oliva virgen extra y lo que prefieran añadirle, desde tomate rayado, o algo de ajo o una fina loncha de jamón.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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