Los pistachos: muy ricos en minerales y vitaminas antioxidantes

Todos los frutos secos son saludables si se consumen con moderación. Pero algunos lo son más, como sucede con la nuez de la que ya hemos hablado desde estas líneas y resaltado sus numerosas virtudes, como la de ser una fuente extraordinaria de las mejores grasas, las omega 3. Otro de los frutos secos cargados de salud es el pistacho.

Este fruto oriundo de Oriente contiene una gran proporción de fibra muy saludable. Es muy rico en minerales y en vitaminas antioxidantes. Los ácidos grasos y las proteínas son de elevada calidad biológica. Además, contiene numerosos micronutrientes saludables. Unos 30 gramos, que equivalen a unos 50 pistachos, aportan 160 kilo calorías, 3 gramos de fibra, 6 gramos de proteínas, 11 gramos de grasas sanas (7 gramos de grasas mono insaturadas y 4 gramos de poliinsaturadas, sobre todo omega tres) y ninguna grasa saturada. La ración de este fruto seco aporta el 8 por cien del valor diario recomendado de magnesio y de potasio y otros minerales como el hierro.

A pesar de su contenido calórico, consumidos a las dosis recomendadas, no producen sobrepeso. Gracias a su contenido en fibras ejercen un cierto efecto saciante. Si se consumen seis o siete pistachos justo antes de cada comida pueden calmar el hambre y ayudar a mantener las dietas hipocalóricas para adelgazar.

Por su excelente composición grasa los pistachos ayudan a controlar el colesterol y a cuidar los vasos sanguíneos, reducen la inflamación generalizada y se consigue limitar el aumento de los triglicéridos y así proporcionan un buen perfil de lípidos en el organismo. Gracias a su elevado contenido en antioxidantes los pistachos contribuyen a aumentar el poder antioxidante de la sangre. Al impedir las oxidaciones y neutralizar los radicales libres retrasa la velocidad del envejecimiento fisiológico y protege frente a ciertos tipos de cáncer.

Según un trabajo reciente publicado en la revista Hypertension, los investigadores comprobaron que aquellos participantes, en cuya alimentación se incluían estos frutos secos, experimentaban una reducción en los valores de presión arterial, facilitaban la circulación de la sangre en las arterias y controlaban la frecuencia cardiaca en situaciones de estrés agudo. Los resultados de este estudio demuestran que los alimentos que comemos pueden modular las respuestas fisiológicas a la tensión nerviosa, como la que desencadena tantos acontecimientos cotidianos, de mayor o menor trascendencia, que no siempre podemos evitar, como el estrés laboral, las tensiones de tráfico o los problemas familiares.

Recientemente se ha publicado por la Asociación Americana de Diabetes un estudio realizado por investigadores españoles en personas con niveles altos de glucosa en la sangre y un riesgo elevado de desarrollar diabetes. Sus resultados muestran que el consumo habitual de pistachos normaliza los niveles de glucosa en sangre, mejora la acción de la insulina, reduce algunos factores de riesgo cardiovascular como el fibrinógeno, las plaquetas y las LDL (el colesterol malo).

Ya saben, un puñadito de pistachos de vez en cuando le ayudarán a prevenir el cáncer y la diabetes, a bajar el colesterol, a combatir el estrés y a mejorar el estado cardiovascular.