Los cálculos renales Los cálculos renales
Acabo de leer un estudio publicado en una revista americana dedicada a los médicos de familia sobre los cálculos renales y me he dado... Los cálculos renales

Acabo de leer un estudio publicado en una revista americana dedicada a los médicos de familia sobre los cálculos renales y me he dado cuenta que nunca hemos abordado desde estas líneas un asunto tan importante. Así que vamos a ello. La formación de piedras en el riñón (litiasis) es un problema cada vez más frecuente en las sociedades desarrolladas. Su incidencia aumenta con la edad y es más frecuente en mujeres. En España se registran más de trescientos mil casos nuevos cada año. La prevalencia es del cinco por ciento lo que indica que en España hay actualmente mas de dos millones doscientos mil casos de litiasis renal. Además de las molestias que causan están piedrecillas dentro del riñón y que a veces pueden desencadenar dolorosos cólicos renales. El peligro es que si no se trata, la litiasis puede llevar a desarrollar una insuficiencia renal crónica. La ventaja es que el problema se puede evitar o mejorar mucho si ya se padece, mediante sencillas normas dietéticas.

Una de las medidas principales es la de mantener una adecuada hidratación. Muchos cálculos se producen en personas que beben poco y desarrollan una deshidratación crónica asintomática. Si hay poco líquido el riñón fabrica una orina densa y escasa que favorece la formación de cálculos. Este es uno de los puntos desfavorables en el caso de las mujeres, que suelen beber pocos líquidos. Se recomienda beber unos ocho vasos de agua al día. Parte del agua se puede sustituir por infusiones de cola de caballo o de te verde. Es muy eficaz para la mayor parte de los cálculos renales beber el agua resultante de hervir durante tres horas vainas (sin semillas) de judías verdes (hervir, colar y enfriar y beber siempre que apetezca). No abusar de las bebidas carbónicas azucaradas.

La segunda medida muy eficaz es la de perder peso si se es obeso. La obesidad es una de las principales causas de cálculos renales. Pero es de gran importancia el método que se emplee para adelgazar. Lo mejor es hacerlo mediante una dieta equilibrada baja en calorías. No adelgazar con dietas disociadas ricas en proteínas, ni consumir carne en exceso, ni abusar de laxantes.

Hay que reducir de la dieta del paciente con cálculos renales los cereales, los lácteos, las legumbres, la sal y la fructosa. Este azúcar está presente en muchos alimentos etiquetados ?sin azúcar?, en jarabes dulces, miel y en azúcar refinada. El consumo de más de 30 gramos diarios aumenta en más de un 30 por ciento el riesgo de cálculo renal.

Para la mayor parte de los cálculos renales (oxalato cálcico, cistina y ácido úrico) es beneficiosa una dieta que ocasione una alcalinización de la orina a base de frutas, sobre todo limones y jugo de granada, verduras, hortalizas (crudas o guisadas), aguas mineromedicinales alcalinas y aceite de oliva virgen extra. Para los cálculos de fosfato cálcico es mejor no alcalinizar la orina, en estos casos es beneficioso consumir zumo de arándanos.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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