Los antioxidantes bebidos Los antioxidantes bebidos
En los vegetales existen una amplia variedad de compuestos que se denominan polifenoles. Carecen de valor energético y por eso no se les considera... Los antioxidantes bebidos

En los vegetales existen una amplia variedad de compuestos que se denominan polifenoles. Carecen de valor energético y por eso no se les considera nutrientes en el sentido tradicional del término. Su importancia reside en que está sobradamente demostrado que la presencia de estos compuestos en nuestra dieta puede mejorar nuestra salud en general y, sobre todo, reducir la incidencia de los problemas cardiovasculares.

La acción beneficiosa de los polifenoles reside en su potente poder antioxidante. Ya hemos reiterado que muchas de las enfermedades que nos acechan, sobre todo pasados los cincuenta años, y el proceso de envejecimiento son consecuencia de que nuestro organismo se va oxidando con el paso del tiempo. Es algo muy parecido a lo que le sucede al hierro de las verjas de las ventanas. Pero nosotros podemos protegernos frente a esas oxidaciones como podemos proteger al hierro. Claro que no se trata de recubrirnos de pintura al minio, pero podemos ingerir alimentos ricos en antioxidantes como son los polifenoles. Estos abundan en la mayoría de los alimentos vegetales como los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos, las verduras coloreadas, las frutas como la granada y las bayas, entre otros. Pero también podemos enriquecer nuestro cuerpo con polifenoles a través de varias bebidas que los contienen en notables cantidades. Vamos a ver cuántos miligramos de polifenoles nos pueden aportar cien mililitros (medio vaso de agua aproximadamente) de algunas bebidas.

El primero de la lista es el café, que contiene casi 250 mg, le sigue de cerca el vino tinto con algo más de 200 mg, en tercer lugar encontraríamos el té verde con casi 150 mg y luego el té negro con menos de 100 mg. Los jugos de tomate y de otros vegetales tienen 60 mg, las bebidas a base de cacao y las cervezas con algo menos de 50 mg y los zumos de fruta con unos 30 mg.

Con esta gama cada cual tiene donde elegir la bebida que más le conviene para completar las dosis de antioxidantes necesaria. Con la ventaja adicional de que aportan muy pocas calorías. Los jugos y zumos de frutas se pueden consumir en la cantidad que uno desee con pocos efectos secundarios, además de antioxidantes aportan mucha fibra. Pero el café y el vino deben consumirse con moderación (un par de tazas o copas al día). Por su elevado poder antioxidante y sus pocos efectos secundarios lo más beneficioso es el té verde (contiene mucha menos cafeína que el café). Numerosos estudios han demostrado el efecto beneficioso del té verde en la prevención de numerosas enfermedades incluidos algunos tipos de cáncer, como es el caso del cáncer de estómago. Lo más razonable es alternar los diferentes tipos de bebidas antioxidantes situándolas dentro de nuestra rutina vital y nutricional de cada día. De esta manera podremos completar nuestra protección antioxidante sin aumentar demasiado las calorías totales. Podremos retrasar la aparición de algunos problemas asociados a la edad y disfrutaremos de una envejecimiento más saludable.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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