La Ventana, cuidada puesta en escena en el estreno en San Román La Ventana, cuidada puesta en escena en el estreno en San Román
David Andrés dirige el restaurante y Jonathan Trápaga está al frente del equipo de cocina. Todo proyecto hostelero que nace, cada restaurante que abre,... La Ventana, cuidada puesta en escena en el estreno en San Román
David Andrés dirige el restaurante y Jonathan Trápaga está al frente del equipo de cocina.

Todo proyecto hostelero que nace, cada restaurante que abre, lo hace con ilusión, pero en el caso del recién inaugurado La Ventana, en San Román de la Llanilla, muy cerca de Corbán, se suman otros factores que deben necesariamente que contribuir a que el proyecto sea un éxito para sus promotores, para el propio equipo que desarrolla el trabajo en el día a día y, por supuesto, para los clientes.

El restaurante se ubica en el edificio y finca donde anteriormente ha estado La Parrilla de Sin. La reforma de las instalaciones ha sido integral y se ello se advierte desde el primer momento. También se ha cambiado la orientación del negocio, apostando por una cocina de corte tradicional pero basada en el producto y en una óptima relación precio-calidad.

El restaurante abrió sus puertas a comienzos del mes de diciembre y tras unos días de rodaje ya se encuentra a pleno rendimiento, ofreciendo una carta equilibrada y atractiva. Al frente de los fogones está un joven chef como Jonathan Trápaga pero con una experiencia de más de diez años en el Hotel Chiqui junto a Luis Cordero y Kike Pérez. Rápidamente se advierte que el equipo de cocina controlan las técnicas y los tiempos, así como las presentaciones.

El restaurante se articula en cuatro ámbitos. De entrada, una barra con una zona de mesas enfocadas principalmente al picoteo. Ya dentro, dos comedores, uno principal para el día a día y otro para dar cabida a grupos o para dar respuesta los días en los que la demanda lo llena todo. Y finalmente, en la parte trasera, una resguarda terraza y una zona para que los más pequeños puedan jugar. En la fachada principal, el aparcamiento, ahora alfaltado, es otro elemento más para dar servicio al cliente. La decoración es actual y priman la piedra y la madera pintada en blanco, así como motivos decorativos al hilo del nombre del restaurante.

Desde el punto de vista gastronómico, la carta se organiza entorno a seis temáticas. En primer lugar están las ensaladas y los entrantes, donde destacan platos como el foie casero, las croquetas de jamón, cuatro tipos de ensaladas, las almejas de Pedreña, los ibéricos y los quesos, el salpicón de marisco o la parrillada de setas de temporada con mollejas de cordero empanadas. Mención especial merece el pulpo emparrillado, posiblemente el plato que más demanda tiene junto con las rabas de calamar, aperitivo obligado.

En arroces se proponen tres, la paella de marisco, el arroz con calamares marea negra y el arroz con bogavante.

Luego están los pescados -merluza rellena de marisco al cava, cocochas de merluza, degustación de bacalao y pescado del día- y las carnes. En el caso del vacuno, procede directamente de Reinosa. Chuletón, chuleta, solomillo, magret de pato, callos, carrilleras ibéricas o el rabo con foie son las principales opciones.

Los postres caseros, ricos, completan la oferta, que se distingue por generosas raciones y buena relación precio-calidad.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

No comments so far.

Be first to leave comment below.