Casa Lita, el templo del pincho Casa Lita, el templo del pincho
Alta cocina en miniatura bajo la dirección del chef Joseba Guijarro. Casa Lita, en el Paseo de Pereda, pegando con la plaza de Puertochico,... Casa Lita, el templo del pincho
Alta cocina en miniatura bajo la dirección del chef Joseba Guijarro.

Casa Lita, en el Paseo de Pereda, pegando con la plaza de Puertochico, lleva más de una década ofreciendo una gran variedad de pinchos, unos trescientos cada año, siempre de la mano de un gran chef como es Joseba Guijarro. Once años transportando la alta cocina de la cocina a la barra, en un establecimiento donde el cliente ve lo que quiere comer y elige. Un bar que, desde hace seis años, está recomendado por la Guía Michelin, que figura en la de Repsol, que posee el título de excelencia de TripAdvisor y que es habitual en el podio del concurso regional de pinchos de Cantabria. Un lugar para comer en compañía, con la posibilidad de elegir un buen bocado con una simple mirada al amplio mostrador.

Joseba Guijarro, que logró una estrella Michelin con el San Román de Escalante, maneja en Casa Lita trescientos pinchos distintos, fríos y calientes, de los que 50 o 60 salen cada día a la barra del bar. Un amplio remanente que varía constantemente, que estudia, que mejora, que adapta a las exigencias del gran público. Siempre buscando lo mejor, sustituyendo ingredientes para darle más empaque al producto final.

Los pinchos de Casa Lita tienen su momento del día, lo explica el propio Guijarro, «por la mañana es para matar el gusanillo, es más tortillera, de sandwiches y gildas -extraordinarias por cierto-. A medida que se acerca la hora de la comida se amplía la oferta, con bocados de carne y pescado. Ya por la tarde se va pensando en la cena y se pasa a las mini-hamburguesas, las brochetas de carne, los pescados en salsa como el bonito con tomate, el bacalao al pil-pil, etc».

En Casa Lita, sobre todo, se cocina bien y el trabajo se pone sobre una rodaja de pan, o en un plato si son arroces, pastas, risottos… De hecho, la mayoría de los pinchos podrían ampliarse en tamaño y servirse como una ración: papada, carrileras, rabo o setas de temporada.

El pincho más demandado en este establecimiento del Paseo de Pereda es el pollo al curry, una creación que siempre se encuentra en la casa. Sería un gran pincho dentro de un menú en el que tampoco podría faltar una gilda de Casa Lita, hecha con el auténtico langostino de Ibarra -guindilla-, anchoa de Santoña y aceituna rellena, para combinar después con un pincho de queso Divirín con gelatina de manzana, un bocadillito de papada con orejones y vino dulce, y un pedazo de tarta de queso o de la ‘abuela’. Joseba Guijarro siempre tiene para servir a los clientes que lo demandan un postre varias tartas caseras.

Para la elaboración de los pinchos y raciones, Casa Lita utiliza materias primas de primera calidad: paleta de bellota, aceite de oliva virgen, anchoas de Santoña… Y es que para Joseba Guijarro, «Santander es una ciudad pequeña donde se valora mucho por parte del público lo que se ofrece y cual es la relación precio-calidad», dice el chef.

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Diego Ruiz Redactor

Santander 1960. Universidad de Cantabria. Sección de Deportes, Cantabria en la Mesa y, a veces, algo de toros.

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