Los plásticos en la cocina Los plásticos en la cocina
Quién no ha fregado un recipiente de plástico de comida comprada en un restaurante chino y lo ha reutilizado luego en numerosas ocasiones, incluso... Los plásticos en la cocina

Quién no ha fregado un recipiente de plástico de comida comprada en un restaurante chino y lo ha reutilizado luego en numerosas ocasiones, incluso para calentar macarrones en el microondas? En muchas casas se hace la comida durante el fin de semana, que se coloca aún caliente en una gama de coloridos envases de plástico hasta que se enfrían para poderla congelar. Bueno, pues que se sepa que estas prácticas no son nada recomendables. Unas investigaciones publicadas en la revista ‘En vi ron mental He alth Perspectives’ confirman el efecto tóxico y cancerígeno de algunos plásticos que usamos como envases y botellas que utilizamos con frecuencia para almacenar, calentar o congelar alimentos y bebidas.

Los productos químicos que se utilizan para fabricar las botellas, los envases, el recubrimiento interno de las latas de conserva o de las latas de bebidas y los biberones antiguos son peligrosos para la salud. Cuando estos recipientes se someten a temperaturas elevadas, como el horno, el microondas, el guardar comida caliente para llevarla de picnic o lavarlos en lavavajillas con agua caliente, el plástico libera algunos de sus componentes que se mezclan con los alimentos.
El producto más peligroso es el llamado Bisfenol A que se utiliza en la fabricación de numerosos recipientes y envases de plástico. Esta sustancia por su estructura imita dentro del organismo algunas de las acciones de ciertas hormonas, en especial los estrógenos, las hormonas sexuales femeninas.

Al Bisfenol A se le reconoce su responsabilidad en el desarrollo de algunos cánceres como los de mama, próstata y ovario, de la perdida de fertilidad y de algunos casos de pubertad precoz en niñas, de malformaciones fetales y de algunos casos de diabetes y de alteraciones del sistema inmunológico.

Es cierto que la cantidad de Bisfenol A que se libera en cada operación culinaria es muy pequeña. Pero esta sustancia no se degrada y se acumula, sobre todo en el tejido adiposo y en la placenta a lo largo de años.

En numerosos países europeos está prohibido el uso de Bisfenol A en materiales de cocina, bebidas y en todo lo relacionado con la nutrición infantil. El problema es que hay numerosos tipos de plástico, con nombres químicos complicados y con diferentes capacidades de ser perjudiciales para la salud.

¿Qué podemos hacer? En primer lugar hay que identificar los plásticos peligrosos. Como se muestra en la figura que acompaña a este texto todo envase de plástico lleva un número dentro de un triangulo y, a veces, se acompaña de las iniciales del producto con el que se ha fabricado.
Los plásticos más seguros son los que llevan el triangulo con los números 2 (PEAD), 4 (PEBD) y 5 (PP) para almacenar alimentos y bebidas.

Miren bien el envase ya que algunas veces este triangulo es poco visible. Yo personalmente no les aconsejo calentar ninguno de ellos. Debemos utilizar en la cocina envases de vidrio, cerámica no pintada y recipientes de acero inoxidable. Y nunca calentar un alimento enlatado dentro de su propia lata. Recorten la figura con los números y lo peguen en la puerta del frigorífico. Su salud se lo agradecerá.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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