Año nuevo, a recuperarse tocan Año nuevo, a recuperarse tocan
Las navidades ya han concluido, por lo menos desde el punto de vista de los excesos gastronómicos. Solo quedaba el pequeño detalle de los... Año nuevo, a recuperarse tocan

Las navidades ya han concluido, por lo menos desde el punto de vista de los excesos gastronómicos. Solo quedaba el pequeño detalle de los Reyes Magos, fiesta que no todos celebran. Esa es la razón del chiste que anda circulando por la red y que anuncia: «Recordad que el día 1 de enero hay que atrasar la báscula cinco kilos». Es inevitable. En estas fiestas solemos ganar entre dos y cinco kilos de peso. Esto no debe crearnos ningún tipo de pesadumbre ni alentar remordimientos. De vez en cuando hay que hacer algún exceso y disfrutar de la compañía de amigos y familiares y si es delante de un guiso sabroso y con un buen vino, mejor. Lo importante es someter a nuestro organismo a una recuperación adecuada una vez concluidas las fiestas.

Lo primero es limpiar nuestro organismo y someter a nuestros órganos internos a un merecido descanso. Para ello uno o dos días de depuración es lo más adecuado. Hay muchos sistemas, algunos muy complicados, pero lo más simple es dedicar un día completo a consumir en exclusiva licuados diluidos de frutas variadas, al gusto. El licuado es mejor que el zumo porque contiene más fibra (es más depurativo) y menos azúcar. Para ello trituraremos en una licuadora la fruta que mas nos guste, sin que falte la piña, el kiwi y la naranja. El resultado lo diluimos a la mitad con agua y lo guardamos en la nevera. Podemos beber todo lo que deseemos a lo largo del día. Este licuado nos hidrata, nos aporta fibra que ayuda a la limpieza del intestino y nos aporta vitaminas y minerales que ayudan a la desintoxicación de los órganos internos, en especial el hígado.

El total de líquido que debemos ingerir debe superar los dos litros para facilitar la limpieza y depuración del riñón.

A este primer día depurativo le sigue un día en el que todo lo que comamos serán verduras y hortalizas crudas (en ensaladas con poco aceite) o guisadas con mínima condimentación y frutas enteras o licuadas. También debemos beber dos litros de agua o licuados diluidos de frutas.

El tercer día combinaremos la ingestión de verduras, hortalizas y frutas enteras o licuadas con algo de pescado blanco a la plancha o cocido, o algo de carne de pavo o de conejo, cocinados con poco aceite. Durante los tres días hay que hacer una hora de ejercicio físico, el que practicáramos habitualmente.

Si durante estos tres días hemos seguido a rajatabla el programa habremos perdido algo de peso.

En el cuarto día habrá que pesarse. Algunas personas tendrán la satisfacción de verificar que ya están en su peso prenavideño. Si no es así, solo nos queda continuar cinco días más suprimiendo todo lo que sea posible el consumo de hidratos de carbono: cereales del desayuno, zumos de frutas naturales o preparados, cereales refinados, pan blanco, dulces, azúcar, bebidas azucaradas, fritos y rebozados, etc.

En estos días se debe intensificar la actividad física. Este plan sin hidratos de carbono se puede seguir durante una semana.

Les deseo a todos la mejor salud posible durante el año 2016.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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