Ya llevamos meses dándole vueltas al menú de Navidad y no sabemos muy bien con qué vamos a acertar. Son fechas señaladas y lo...

Ya llevamos meses dándole vueltas al menú de Navidad y no sabemos muy bien con qué vamos a acertar. Son fechas señaladas y lo que queremos es triunfar y que nuestros familiares y amigos que degusten nuestros platos nos eleven a los cielos de la cocina marcando de por vida sus recuerdos en estas fechas. Una receta que estoy más que seguro que triunfa es la que os traigo hoy, el magret de pato con una salsa de cava espectacular, que seguramente pasara a formar parte de los clásicos de casa.

Como ya sabéis el magret es la pechuga del pato y su parte más magra. La haremos a la plancha y luego la glasearemos con nuestra salsa de cava. También añadiremos algo de fruta de acompañamiento porque el pato y la fruta siempre van unidos.

En primer lugar haremos unos cortes superficiales sobre la grasa del marget en forma de rombo, salpimentamos y lo cocinamos en una sartén a fuego suave, primero con la grasa hacia abajo. Retiramos un poco de la grasa que suelta porque no nos interesa y dejamos que se dore un poco, le damos la vuelta y lo cocinamos por el lado de la carne durante unos minutos. Lo sacamos y lo reservamos, es importante dejarlo reposar, para lo cual lo envolvemos en papel de aluminio.

En esa misma sartén, retiranda la mayor parte de la grasa que ha soltado, pero no toda, echamos un generoso chorro de cava y un par de cucharadas de azúcar moscabado. Es un azúcar moreno que se obtiene de la caña de azúcar y casi no sufre refinamiento. Lo ponemos a fuego medio y ayudamos a que se disuelva el azúcar moviéndolo con una cuchara, subimos el fuego y lo dejamos reducir hasta el momento en el que empezamos a ver el caramelo que se va formando en el fondo de la sartén. Bajamos el fuego al mínimo e introducimos el magret para que se impregne bien de nuestra maravillosa salsa. Esta operación la resolveremos en unos segundos porque no queremos que nuestra carne se pase de punto.

Como acompañamiento, a mí me encanta la piña, creo que es de las frutas que mejor le van al pato, siempre que sea natural, no me vale en conserva para este plato.

Cortamos unos cubitos de unos 2 cm, le ponemos un poco de azúcar por encima y le damos caña a nuestro soplete para tostar ese azúcar. El contraste de la textura de la piña, su característico sabor y el azúcar cristalizado es maravilloso si lo combinamos con el pato.

Emplatamos el magret en lonchas con un poco de la salsa por encima, unos cubitos de piña caramelizada y,si queréis darle un toque, con unos arándanos frescos que van ‘de cine’.

Quizás esta receta sea un poco más elaborada que en otras ocasiones, pero os aseguro que triunfaréis y repetiréis.

Ricardo Ezcurdia Cocinero

Para este profesional del mundo de la joyería la cocina es su auténtica pasión, lo que le ha llevado a realizar numerosos cursos junto a grandes cocineros. Esta afición le animó a inscribirse en el concurso televisivo Master chef, donde en alguna edición se ha quedado a escasos pasos de ser seleccionados. Colaborador habitual en Cantabria en la Mesa, pone el contrapunto con sus artículos dando la visión del cocinero aficionado, compartiendo con los lectores sus recetas y sus trucos.

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