Crujiente Crujiente
Muy buenos días. Cada día sois más los que me respondéis al correo preguntando vuestras inquietudes o felicitándome por lo que habéis leído. La... Crujiente

Muy buenos días. Cada día sois más los que me respondéis al correo preguntando vuestras inquietudes o felicitándome por lo que habéis leído. La semana pasada fue Miguel Ángel quien me felicitó por el artículo. De momento solo he recibido correos positivos, de agradecimiento o felicitación, o correos formativos, donde realizáis preguntas, pero también acepto correos de crítica, porque son buenos para crecer profesionalmente. Prometo contestar a todos, más tarde o temprano; dependemos de la agenda.

En fin, que hoy es un día de celebración para mucha gente con comidas o cenas de empresa, de amigos, de familiares… Yo mismo tuve ayer la mía con mis compañeros, donde lo principal es la reunión, el rato agradable que se pasa juntos, más allá de lo material, que realmente, es secundario.

De la mano de Patricio, cocinero y compañero en un aula en San Sebastián, os propongo hoy que os adentréis en un nuevo postre de café para estas fechas Navideñas. Se trata de un crujiente de café. Como veis el crujiente está elaborado con pasta filo, una pasta muy fina que se compra en planchas (entiendo que lo encontraréis mejor en tiendas un poco más gourmet). El relleno lleva una crema de mascarpone y café.

Necesitamos para hacer el crujiente tener la pasta, hidratarla con mantequilla fundida (sin que se separe el suero, cuando empiece a fundir la retiráis del fuego) y hornearla en un horno a baja temperatura, unos 90º hasta que quede crujiente.

Para la crema, necesitamos 50 ml de nata 35% materia grasa; 240 gramos de queso mascarpone; 50 gramos de café liofilizado; y 65 gr de azúcar glasé.

Para la elaboración, en un bol mezclamos con un tenedor el azúcar glasé, el café liofilizado, la nata y el queso hasta que se unan bien, en forma de crema densa y reservamos en la nevera para que luego el mordisco sea fresquito. Después solo habrá que cortar la pasta filo en el tamaño deseado e ir haciendo montaditos con la crema, justo antes de la cena, para que no se reblandezca el crujiente.

Si queréis podéis terminar con un caramelo de café: en un cazo poner café filtrado y el doble de azúcar, dejar reducir hasta que al tocar con los dedos se os quede un hilo entre ellos.

Hasta la semana que viene. Un saludo y un espresso, por favor.

Raúl Alonso Barista del Grupo Dromedario

Como trainer barista en Dromedario se ocupa de la formación y de las demostraciones de esta firma tanto en Cantabria como en otras regiones de España.

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