Pastel de bonito

Esta semana nos toca una receta magnífica para que nuestros niños coman pescado. Se puede hacer con muchos tipos, pero realmente como queda genial es con bonito, aunque con salmón el resultado también es muy bueno.

Existen muchas recetas de pastel de pescado pero ésta es bastante sencilla y la relación tiempo que lleva-lo rico que está es absolutamente increíble.

Para esta receta vamos a necesitar un par de buenas ruedas de bonito sin piel ni espinas, un par de cebollas, 4 o 5 tomates, 6 huevos, sal y pimienta.

En una cazuela ponemos un poco de aceite y sofreímos bien las dos cebollas picadas en trocitos pequeños hasta que las tengamos bien pochadas. Siempre nos ayudamos con poco de sal al principio para que vaya ablandándose y de noche más rápidamente. Después rallamos los tomates y los incorporamos nuestra cebolla. Dejamos cocer durante unos 20 minutos y seguidamente añadimos el bonito cortado en dados pequeños. No necesitamos que se haga mucho porque luego irá al horno, así que en cuanto vemos que cambia su color lo retiramos y lo pasamos a un bol. Es el momento de batir los huevos e incorporarlos a la mezcla, con el mismo tenedor vamos trabajándolo para que quede una pasta homogénea, y corregimos de sal y pimienta.

Untamos un molde con un poco de aceite ayudándonos con un papel de cocina y vertemos todo en el molde.

Lo cocemos todo ello al baño maría en el horno, que tendremos precalentado a 180º, durante unos 50 minutos. Para el baño maría pondremos una bandeja con agua, y dentro colocaremos el molde con el pastel. El agua debe cubrir la mitad de la altura del molde. La bandeja, con el molde dentro. Iremos pinchando el pastel para controlar y hasta que no salga seco el palillo no estará hecho.

Lo dejamos enfriar y lo desmoldamos con cuidado. Podemos adornar como siempre con la clásica lechuga en juliana o unos tomates. Está genial con una mahonesa de anchoas, salsa de tomate picante o incluso una salsa tártara con sus encurtidos.

Ni que decir tiene que lo tenemos que acompañar con unas rebanadas de pan tostado para poder untarlo y deleitarnos con él.

No dejéis de hacerlo, merece la pena.