El Baruco, un menú del día diferente El Baruco, un menú del día diferente
Cocina de fusión en la que también tiene cabida un atractivo brunch, no solo los domingos. Junto al Palacio de Festivales y frente a... El Baruco, un menú del día diferente
Cocina de fusión en la que también tiene cabida un atractivo brunch, no solo los domingos.

Junto al Palacio de Festivales y frente a la plaza de San Martín se ubica este pequeño y acogedor restaurante que desde 2010, bajo la dirección de los hermanos Cristina y Nacho Ojea, lleva una línea con una acentuada personalidad, en la que destacan su cocina de fusión, las buenas materias primas y algunos platos capaces de sorprender al cliente. El Baruco es diferente, se desmarca de lo convencional, tanto en su menú diario como en su carta o en la propuesta de brunch que inicialmente se formulaba solo los domingos, pero que ahora se puede disfrutar cualquier día, aunque como resulta lógico y conviene reservar.

Un local, agradable y bien decorado, se complementa con una terraza en la propia plaza de San Martín, idónea para los días de buen tiempo. Entre semana, lo que más demanda tiene al mediodía es el menú, con tres primeros, tres principales y otros tantos postres. Por la noche, el cliente se decanta más por el picoteo.

En los platos del menú no faltan influencias de la cocina italiana o asiática, que conviven con otras propuestas más cercanas. Así, de inicio se puede elegir entre una capresse con tomate, burrata y albahaca; una ensalada wakame con pepino y pulpo; una focaccia con mascarpone, tomate y albahaca; unos raviolis de bacalao fritos; una ensaladilla rusa; una ensalada de algas y foie de rape; una ensalada griega; una brandada de bacalao; unas habitas salteadas con jamón ibérico y menta, o unos brotes tiernos de pimientos asados en casa y anchoas de Santoña.

Luego puede ofrecerse desde un pescado, merluza de anzuelo, dorada al horno con una buena guarnición de verduritas al dente, atún a la plancha o bacalao skrei, por indicar algunos ejemplos, hasta un plato poco visto por estas latitudes como el vitello tonnato (especialidad italiana pero que no se ha exportado a España como otras). Se trata de una ternera asada cubierta con mahonesa de atún y anchoas y pimentón de la Vera y alcaparras. Otras opciones pueden ser unos bocartes, un pez emperador o un wok con carne de cerdo.

La creatividad del chef Ángel Bello, junto con las inquietudes de Nacho, logran resultados realmente interesantes, como también se pone de relieve en algunos postres, caso de las perlas de melón con zumo de naranja, el carpaccio de piña o la tabla de quesos de Cantabria.

Desayuno y comida a la vez

El brunch, a un precio de 18 euros, consta de jamón ibérico con pan con tomate; salmón rojo salvaje de Alaska con tostada y mantequilla; revuelto de huevos camperos del Asón con beicon; cesta de bollería; tabla de quesos de Cantabria y fruta de temporada cortada y preparada. Todo se puede acompañar con un zumo de naranja, un cóctel mimosa (zumo con cava) y un café Dromedario.

Finalmente, El Baruco está desde hace algunos meses al frente de la cafetería del Palacio de Festivales, donde, además de prestar un servicio, también exhiben su estilo particular de cocina con originales pinchos…

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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