La Oreja crece La Oreja crece
El suplemento gastronómico dedica este sábado su apertura a las cofradías de la región. Y nosotros, como tenemos una, pues la promocionamos. Hasta ahora,... La Oreja crece

El suplemento gastronómico dedica este sábado su apertura a las cofradías de la región. Y nosotros, como tenemos una, pues la promocionamos.

Hasta ahora, siendo sincero, no he fabricado en mi vida nada de verdadero provecho. He trabajado demasiado, he malgastado el dinero, he reflexionado después de actuar las más de las veces, me he angustiado en vano y he triturado con ansia los placeres hasta convertir mi memoria en un lodazal inútil para la poesía o la reflexión. Más que catar, he tragado. Le debo al banco un coche mediano y una casa destartalada a los que les guardo, sin embargo, un cariño intenso y absurdo; como soy yo mismo. Aparte de estas dos estafas tan contemporáneas, cuando fallezca dejaré por única herencia una cantidad descerebrada de tebeos, discos, libros y muñecos de las más diversas franquicias de ocio juvenil. Básicamente, pues, hasta ahora he biografiado a un hombre mínimo. Sin embargo, me precio de ser uno de los cuatro miembros fundadores de la Cofradía de la Oreja de Cantabria, un conciliábulo del que ya hemos informado y que lleva camino de socavar esta región tanto por su número de compadres, en imparable ascenso, como por su brutalismo general. Nosotros no debatimos: chillamos. No desfilamos: nos arrastramos. Tampoco brindamos: volcamos las copas al intentar quitarnos entre risas la razón. Nosotros no Podemos: nosotros Comemos. Somos una inmensa posiblidad, felizmente fracasada de antemano. Uníos, hermanos.

David Remartinez Redactor

(Zaragoza, 1971). Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha trabajado en radio, televisión y prensa, y se incorporó a la plantilla de El Diario Montañés en 2011. Actualmente trabaja en la edición digital y escribe el blog Remartini Seco.

No comments so far.

Be first to leave comment below.