Hoy, 24 de enero, puedo deciros felizmente que estoy orgullosa y contenta de que me caigan los ¡34 añazos! Como suena, ‘Treintaycuatro’ parece que...

Hoy, 24 de enero, puedo deciros felizmente que estoy orgullosa y contenta de que me caigan los ¡34 añazos! Como suena, ‘Treintaycuatro’ parece que se te llena la boca, me dice Ana, mi compañera en La Vinoteca.

Cuando mi madre estaba embarazada de mí, ya trabajaba como camarera en un restaurante, supongo que ya desde la barriga sentía el movimiento de la sala y los ?Buenos días, ¿que le apetece?? de la barra.
Siendo un poco más grande, pero poco más (con 4 años), un carnaval en el colegio le dije a mi madre que quería disfrazarme de camarera; mi padre me dijo: «¿No te gusta más de princesa?». Lo siento papá, ¡ya era tarde! Con patines como las de Carrefour, falda negra, camisa blanca y una bandeja que tenía trampa y cartón y nunca se caía, hice mis primeros pinitos en el oficio.

A los 34 años y 17 trabajados en hostelería a las espaldas puedo decir que he tenido la suerte de poder aprender y haberme cruzado con lo mejorcito del sector.

De Rufino Castañeda y su familia, el protocolo en sala y la perfección a la hora de trabajar; de Paco Quirós y Teresa, la ilusión diaria por el trabajo; de Jesús Sánchez y Carlos H., el buscar siempre más y ése afán de superación. De Cristina García, el querer arriesgar, apostar e innovar. David Corredera y sus vinos despertaron mi curiosidad. Gonzalo San Martín, terminó de despejar mis dudas. Carmen Garrobo, directora de la Escuela Española de Cata, en Madrid, me dijo al terminar el curso de Sumiller: «Eres como un Chardonnay Expresive Old, explosivo de joven que con la edad se pule expresando su cuerpo bien formado sin perder su acidez».

A día de hoy, no he podido encontrar ningún Chardonnay Expresive Old, pero sí he conseguido el enriquecimiento a nivel profesional. Junto a Fernando LLamosas y todo el equipo, que año tras año sigue sus pasos, he aprendido el valor de la humildad, del codo con codo, el trabajo en equipo y lo más importante, a saber hasta dónde podemos tirar y aflojar como persona.

Éste artículo se le dedico a toda la gente que empieza ahora en este mundo, como Virginia, y ha escogido la hostelería como trabajo y vocación. Ponerse delante de una mesa y comentar un plato no es fácil, pero todos hemos empezado alguna vez.

Con un año más, ¡Salud!

Erika Vásquez Sumiller

Sumiller y jefe de sala en el restaurante Casona del Judío con amplia experiencia en la organización de eventos.

No comments so far.

Be first to leave comment below.