Nunca he soportado los clasismos, y mira que con los años que llevo tratando con el público, ya tendría que estar más que acostumbrada…...

Nunca he soportado los clasismos, y mira que con los años que llevo tratando con el público, ya tendría que estar más que acostumbrada… Pero nada, noto que cada vez lo llevo peor.

Supongo que ser de pueblo y no tener un apellido compuesto, tendrá bastante que ver con el aumento creciente de esta fobia mía a las desigualdades, a la hipocresía, a la frivolidad, y sobre todo a la tontería…

Últimamente en este universo súper mega foody guay del mundo mundial Gastronómico, parece que no hay más que Joanes, y Quiques, y Danis, y Jordis, y Diverxos Dabizes y cerdos y triciclos y TopChefes, y conceptos y nuevas tendencias de nombres imposibles hasta para el corrector…

Y está muy bien que los haya, porque en parte, gracias a todo ello, este sector ha avanzado mucho, muchísimo, en los últimos años y así estamos donde estamos, en la cresta de la ola.

Pero NO únicamente es gracias a estos “Guruses”, sino al conjunto de buenos gestores y buenos equipos…, y por eso hoy quiero hacer mi homenaje particular a las Carmen, Marta, Ana, Mariuca, Luisina, Juan, Fortu, Berto…, que seguramente nunca saldrán en ningún periódico, ni estarán en Madrid fusión exponiendo o cogiendo tendencias, pero que se levantan cada mañana para ir al bar o al restaurante a dejarse la piel  en su puesto de trabajo con dedicación infinita.

Para trabajar en Hosteleria hay que estar hecho de otra pasta, eso está claro, y desde que nos pilló el toro de la crisis y los tiempos difíciles, solo hemos tenido la opción de reciclarnos, reciclarnos, reciclarnos y trabajar de manera diferente, y sin ellos, sin estos equipos anónimos que siguen intentado adaptarse “a lo nuevo” (algo que no siempre resulta fácil), pues sin ellos, no seríamos nada, o seriamos otra cosa muy diferente.

No tendríamos clientes, ni estrellas, ni soles, ni reconocimientos, ni negocios, ni pasta…

Así que levanto mi copa (ya sabéis, nunca un vaso de tubo!!!) servida con un rico espumoso fresquito, primero por mis chicos, y después por todos los demás trabajadores de hostelería que hacen posible que podamos abrir las puertas de nuestros negocios, hacen que podamos seguir adelante y hacen que este sector sea una profesión y una forma de vida muy digna.

¡Va por vosotros!

Pilar Velarde Empresaria 2.0

Tenía 19 años cuando monté mi primer negocio. Han pasado muchas cosas desde entonces, muchas y muy intensas, y no ha sido fácil en absoluto, pero ha merecido la pena.

No comments so far.

Be first to leave comment below.