Y ahora toca… la limpieza completa Y ahora toca… la limpieza completa
Se puede calcular que una persona normal ingiere cada uno de los días señalados de estas fiestas (los oficiales y los de las comidas... Y ahora toca… la limpieza completa

Se puede calcular que una persona normal ingiere cada uno de los días señalados de estas fiestas (los oficiales y los de las comidas con amigos o compañeros) una media de 5 a 6 kilos de comida y bebida. Considerando solo cinco días de excesos, en nuestro organismo han entrado en poco tiempo de 25 a 30 kilos de alimentos muy densos y muy calóricos que nos han sometido a un esfuerzo extra tanto metabólico, como digestivo.

El hígado y el riñón son los principales órganos depuradores del organismo. El hígado metaboliza y elimina la mayor parte de los tóxicos y substancias perjudiciales de naturaleza grasa y lo hace a través de la bilis, que se vierte al intestino. El riñón elimina todas las substancias perjudiciales que son solubles en agua y que se diluyen en la orina, la cual se va acumulando en la vejiga hasta que este depósito se llena y lo eliminamos al exterior. Ambos órganos han tenido un trabajo extra a causa de los excesos navideños y si queremos volver a poner nuestro organismo en sus condiciones idóneas (resetearlo, en lenguaje informático) debemos de fomentar la eliminación de esos excesos a través de esos dos órganos depuradores. Las siguientes medidas son muy eficaces sin tener que recurrir a dietas exóticas ni a procedimientos extraños.

Lo más eficaz es someter a nuestro organismo a un reposo metabólico y digestivo durante tres días. Cuanto más ayuno seamos capaces de soportar, más eficaz será el reposo depurador. Tres días de medio ayuno no es perjudicial para la salud de casi nadie, salvo dolencias graves.

Hay que suprimir, o reducir a un mínimo, aquellos alimentos y bebidas cuyo exceso sobrecarga nuestro metabolismo y perjudica a nuestro organismo. Suprimir o reducir los lácteos, grasas animales, embutidos, carnes rojas, preparados industriales, dulces, sal, café y alcohol.

Hay que beber al menos dos litros de líquidos al día para que el riñón tenga agua suficiente en la que diluir los tóxicos y fabricar una orina clara y abundante. Además de agua corriente, es de gran valor depurativo el tomar un vaso de agua en ayunas con un poco de jugo de limón, el beber dos o tres infusiones de té verde o de menta al día y beber diariamente zumos de frutas.

Es muy eficaz consumir sopas de verduras en la comida y en la cena a bese de espinacas, acelgas, rábanos, cebolla y alcachofas. Estas se pueden combinar con ensaladas a base de escarola o lechuga y hierbas frescas como canónigos y berros. El aceite de oliva virgen extra es muy adecuado para facilitar la función limpiadora del hígado.

Ya hemos insistido en varias ocasiones que la actividad física forma parte de la alimentación saludable, así que hay que retomar las actividades deportivas, trotes y paseos que hemos postergado a causa de las fiestas. Y si somos sedentarios, esta puede ser una buena ocasión de iniciar una media hora de paseos diarios.

Con este proceder habremos disfrutado de la gastronomía de las fiestas sin ocasionar un daño grave a nuestro organismo.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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